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Serie entrevista “Mujeres Líderes en la Academia”

Con el objetivo de apoyar y orientar a jóvenes investigadoras en el mundo de las ciencias, la doctora Claudia Trejo, académica e investigadora de la Facultad de Ciencias PUCV, se unió el 2023 a la Red de Mentoras de Science Up. Un programa que busca incrementar la representación y liderazgo de las mujeres en la ciencia. 

Además, y dentro de su rol como investigadora del Instituto de Física; en el Laboratorio de Biorreología y Microfluídica PUCV, la académica estudia las propiedades de la sangre y sus células, con el objetivo de desarrollar dispositivos y métodos de diagnóstico que sean aplicables en los puntos de atención del sistema de salud a nivel nacional. 

En ese contexto, y junto a un equipo de estudiantes de postgrado, nació el proyecto de base científica “Hemovisc”, basado en el desarrollo de un dispositivo que busca apoyar el diagnóstico de enfermedades hematológicas, el que, por sus aportes al área médica, ha sido destacado por la prensa nacional. Continuando con los proyectos en los que ha trabajo, en el año 2021 la académica participó en la ejecución de un proyecto VIU FONDEF junto al estudiante de doctorado de la PUCV, Pablo Silva Rojas.

En conversación con la doctora Claudia Trejo, nos comentó cómo surgió su interés por las ciencias y cuáles han sido las barreras y dificultades que ha tenido que atravesar para progresar en su carrera científica. 

1. ¿De dónde surge tu interés por la ciencia?

Recuerdo preguntarme cosas, y desarrollar teorías locas para explicarme el funcionamiento del mundo. Siempre tuve interés por la indagación y la investigación, en vacaciones me leía las enciclopedias que había en la casa. Mi primera inspiración fue la arqueología y luego pasé a la astronomía, que se quedó conmigo hasta que entré a la universidad y desde ahí transitó hacia la física, a partir de las aplicaciones interdisciplinares que ofrecía.

2. ¿Desde niña/adolescente tuviste algún modelo o pionera científica femenina?

No recuerdo haber tenido algún modelo de inspiración, ni femenino, ni masculino. La ciencia misma y sus fenómenos fue lo que me inspiró. Si es por inspiración, podría decir que fueron los experimentos de física que realizaba mi profesor de física en clases.

3. ¿Cuáles crees que son los principales desafíos y/o barreras que enfrentan las mujeres para progresar en su carrera científica? ¿Específicamente crees que tuviste que enfrentar obstáculos al estudiar Física?

Creo que el tema de la postergación de la maternidad puede ser complejo para algunas mujeres en ciencias. En mi caso personal ese nunca fue un conflicto, siempre tuve muy claras mis aspiraciones personales y profesionales, y la maternidad nunca fue parte de ellas. Creo que los obstáculos que enfrenté son muy similares a los que experimentan parte de  los y las estudiantes de Física. Es una carrera difícil, demandante y eso te puede pasar la cuenta, especialmente cuando estás lejos de tu familia. 

El mayor obstáculo que he tenido que enfrentar es la salud mental, con una depresión que me acompañó gran parte de mi carrera, pero afortunadamente con apoyo profesional logré desarrollar las herramientas para poder superarla. Además, tomé la decisión de perfeccionarme fuera de Chile, lo que siempre es difícil. Dejas tu entorno, a tu familia, tienes que adaptarte a nuevas culturas y personas que no tienen tus mismas costumbres, si bien es positivo y fue una gran experiencia, también fue un desafío.

4. Al ser parte de la Red de Mentoras Science Up, ¿cuál es tu principal motivación para integrar este proyecto? ¿Cuál crees que es el valor de las mentorías y las redes de colaboración femenina en la ciencia?

Mi principal motivación de participar en la Red de Mentoras es motivar y orientar, a partir de mi experiencia, a jóvenes investigadoras en el desarrollo de proyectos de ciencia aplicada e innovación. Para una científica o científico el tránsito al mundo del desarrollo aplicado, innovación y la transferencia tecnológica puede ser complicado, pues se requieren conocimientos, habilidades y lenguajes completamente diferentes a lo que estamos acostumbrados en investigación. 

 5. En materia de Igualdad de Género, ¿cuáles crees que son las principales fortalezas y debilidades de las ciencias físicas?

En general en Chile, las ciencias físicas no generan un gran interés en la población, la gente tiene muchos prejuicios con la Física, por lo tanto, somos pocos físicos en general. Por lo mismo, la cantidad de estudiantes es baja en comparación a otras carreras con alta demanda, menos si consideramos el porcentaje de mujeres que ingresan a la carrera. 

Lamentablemente, no podemos obligar a nadie a que se sienta atraído por una ciencia u otra y por alguna razón somos menos mujeres en Física que en otras disciplinas. Creo que visibilizar la presencia femenina en la ciencia y la academia es un buen punto de partida para generar mayor interés. Considero que una de las grandes debilidades en relación a la equidad de género es que forzar excesivamente las cuotas de género en las políticas públicas puede llevar a cuestionarnos nuestra reales habilidades y generarnos inseguridades o miradas resentidas de parte de nuestros pares.

6. ¿Cuál es tu mensaje para las próximas generaciones de científicas?

Que no tengan miedo a fallar y pedir ayuda cuando lo requieran. Las ciencias son demandantes, requieren disciplina y mucho trabajo, y es muy posible que fallemos varias veces. Lo importante es perseverar, aprender de los errores, ser autocríticas y autocompasivas. Debemos conocer nuestras debilidades y nuestras fortalezas, y reforzarlas. No perder la inspiración y creo que algo muy importante es reconocer cuando rendirnos y cuando vale la pena seguir adelante. 

Saciar la inquietud de lograr algo más, es la senda que forjó el camino del egresado de la Universidad de Santiago de Chile y actual Senior Technical Program Manager en Microsoft.

Fue en una vitrina donde Pablo descubrió su pasión por la programación. En el trayecto a su colegio, día a día miraba una pantalla que mostraba una y otra vez un juego. La duda de si era posible que proyectara algo más lo llevó a entrar a esa tienda en los años ‘80. Así llegó a sus manos un manual de un lenguaje de programación creado por Microsoft, la misma empresa para la cual hoy supervisa a nivel mundial la implementación del hardware asociado a la nube, Azure.

Desde ese primer manual hasta la frontera del desarrollo tecnológico mundial, dio varios pasos, entre ellos la fundación de una startup chilena: MiningTag. En este camino, observó que el ‘problem solving’ yzel ‘pensamiento crítico’ son habilidades esenciales para su desarrollo profesional. Estas capacidades las ve patentes en el sello de la Universidad de Santiago de Chile, su alma mater. Las asignaturas como matemática, física, cálculo y las experiencias prácticas en los laboratorios, impulsaron su pensamiento crítico al enfrentar problemas reales y aplicar modelos teóricos al mundo tangible. 

 Luego de 10 años en el extranjero, visitó Chile. Hoy es parte del programa HOLA de Microsoft, el cual promueve la inclusión de la gente hispana en el mundo de la tecnología. En ese marco, dictó el 8 de mayo de 2024, en el auditorio del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Facultad de Ciencia Usach, la charla orientada a estudiantes “Nuevas oportunidades profesionales que se abren en las big tech”, una presentación donde destacó el momento histórico que vive la humanidad gracias a la democratización de herramientas de ayuda a la creación de valor, tales como la IA generativa, en el cual la nube juega un rol fundamental.

¿Por qué es importante trabajar en una compañía que priorice la Diversidad e Inclusión?

Las grandes compañías tecnológicas, entre ellas Microsoft, necesitan y requieren diversidad porque sus productos se usan en todo el mundo. Por otro lado, que es algo todavía más bonito, se favorece la innovación. Como latino puedo aportar un punto de vista distinto que el que aporta alguien que viene desde China, Estados Unidos o India. Todos son válidos, no es uno más importante que el otro, pero la suma de eso es lo que aporta la riqueza.

Nuestro core es innovar y claramente el tener distintas perspectivas nos enriquece y hace mucho más entretenido trabajar. Ese es el escenario que quiere favorecer Microsoft a través de HOLA. Yo particularmente dije, ¿por qué no partir desde Chile? Es mi país, donde yo nací y ¿por qué no en la Usach? Donde yo estudié. Uno siente una necesidad, ahora ya no hablo como Microsoft, sino como Pablo Rivera, de hacer un give back, devolver a Chile un poco de lo que me dieron. 

¿Por qué decidiste innovar?

Es una pregunta potente, porque por un lado estás siguiendo lo que te gusta, y cuando te gusta mucho algo, te entretienes tanto que en forma natural empiezas a hacerte preguntas. ¿Por qué funciona eso así? Yo logré hacer un juego muy simple, una especie de videojuego pong, y después dije, ¿pero cómo hacer que esto juegue más rápido?, ¿puedo cambiar los colores?, ¿puedo hacer más cosas? Se te empiezan a ocurrir cosas porque estás siguiendo algo que te gusta. 

Es como si tu propia mente, tu cuerpo te dijera ok, ya lograste algo, ¿cómo puedo mejorarlo? Hay como un círculo virtuoso que te lleva a un desafío mayor. Le llaman dopamine-reward-system. De repente te das cuenta que, claro, que está ahí con unos desafíos increíbles. Y no te has dado cuenta cómo llegaste ahí. Te dejaste llevar.

¿Cómo fue el proceso para levantar tu emprendimiento MiningTag?

Las mejores ideas salen en momentos en los cuales uno está relajado. Tengo unos amigos que trabajan en la minería haciendo túneles. Estábamos haciendo un asado y me preguntaron qué estaba haciendo. Les dije que estaba trabajando en los tag para saber dónde está el auto, que funciona con antenas que captan emisiones. Desde ahí comenzamos a pensar donde más se podía ocupar. 

Uno de ellos dijo que las uñas de las grandes retroexcavadoras mineras se rompen, caen y se las lleva el camión. Significa que podemos rastrear el trayecto, parecido a las autopistas. Ahí comenzamos a pensar cómo ponerle un tag a la uña. Acá nos dijeron que no se podía hacer, así que fuimos a Europa a una empresa con experiencia en situaciones similares donde la ubicación de recursos es crítica por las rigurosas condiciones del mar del norte. Así partió el prediseño y con un prototipo fuimos a Codelco. Las conversaciones demoraron 1 año, y luego 6 meses para ver que funcionara. 

Es todo un cuento desarrollar un producto. Nunca es un año, ni dos, son como tres años hasta que esté 100% listo. Así básicamente pasó. Luego dejé la empresa y me fui a Silicon Valley para saber de verdad cómo se diseñan y construyen dispositivos aún más complejos.

Una búsqueda que te llevó a ganar un premio por la creación de un dispositivo que optimiza la producción de microchips. Hoy trabajas para Microsoft, donde tienes un cargo de responsabilidad mundial con el proyecto Azure, asociado a la nube ¿Por qué crees que es tan importante?

Nunca en la historia ha existido una situación en que las herramientas para acelerar el progreso de la humanidad han estado tan democratizadas. Esta laptop y aplicaciones que yo tengo aquí no existen en lo físico, están en la nube y están disponibles para cada persona en todo el mundo.

A lo largo de nuestra existencia, el acceso ha estado circunscrito a ciertos círculos privilegiados. Por ejemplo, cuando Edison desarrolló el uso de la energía eléctrica era un círculo pequeño el que podía disfrutar los beneficios. Hoy el círculo se ha expandido, no solo de quienes pueden usar la tecnología, sino también de quienes además pueden desarrollarla,

Usando las herramientas de la nube puedes empezar a diseñar una app pequeñita, pero pensando que tal vez la escalarás al mundo entero, porque la nube te lo permite. Hay gente detrás que han desarrollado data centers y hay mucho hardware que está esperando ese escalamiento. Entonces, tu idea o emprendimiento crece en la medida que lo necesites, igual que los gastos.

Hay un empoderamiento. Estamos en un momento interesante de la humanidad, donde la nube democratiza la creación y por eso es capaz de empoderar a cada persona en este planeta para lograr más.

Esta patente recientemente concedida, que surgió de un trabajo colaborativo entre académicos y académicas de la Universidad de Santiago de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ayudaría a las empresas a reducir las emisiones de dióxido de carbono. 

Tras 5 años de tramitación, durante abril de 2024 el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI) le concedió la patente de invención a la tecnología denominada: “Procedimiento para estabilizar el polvo en suspensión proveniente de material particulado desde depósitos de relave”.

Esta tecnología es fruto de un proyecto de investigación desarrollado por académicas/os de la Usach; Claudia Ortiz Calderón, Jaime Pizarro Konczak y Daniel Barros Vásquez y académicas/os de PUCV; Pamela Valenzuela Toro y Juan Humberto Palma González, y que busca reducir la emisión de material particulado en depósitos de relaves del sector minero.

En conversaciones con Claudia Ortiz, doctora en Ciencia Biológicas, académica de la Facultad de Química y Biología de la Usach y del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up, relató que ha trabajado con estos profesionales del área de la geotecnia ambiental de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la PUCV desde el año 2006, tanto en proyectos FONDEF como en otras iniciativas académicas.

En específico, esta patente es producto de un trabajo que comenzó en 2019, recibiendo apoyo de distintos organismos, entre ellos, de la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) Usach y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) PUCV, ambos colaborando con asesoría jurídica en las gestiones y trámites de patentamiento a nivel nacional e internacional,

De acuerdo a la académica, esta tecnología supondría un enorme cambio en la reputación de las empresas mineras, ya que les permitiría obtener la Licencia Social para Operar (LSO), permiso intangible que otorgan las comunidades a aquellas empresas que se desarrollan en su entorno, siendo más probable su obtención cuando se implementan tecnologías verdes que disminuyen el impacto ambiental de las faenas.

1. El primer trámite realizado fue en 2019, cinco años después, obtienen la patente de invención. ¿Qué ha significado para usted todo este proceso?

Ha sido un proceso en general bastante fluido, porque estamos trabajando con una empresa acá en la Universidad que se especializa en patentes. Esta es una de las patentes que tenemos, y por lo tanto es súper beneficioso, para nosotros como investigadoras, pero también es muy bueno para la Universidad, no solo para la cifra, sino que también esto tiene que ver con la posibilidad de que la Universidad se convierta en un referente en el desarrollo tecnológico para el país.

 2. ¿Cómo ha sido trabajar con profesionales de áreas disciplinares, como la ingeniería?

 La colaboración con la Católica del Valparaíso y el grupo particularmente de Geotecnia es de larga data, (…) esta interacción ha sido no sólo a través de los proyectos, de la investigación y el desarrollo, sino que también una interacción académica, y yo diría que también de amistad, porque llevamos muchos años trabajando en conjunto, ha sido una relación muy fructífera, y además nos ha tocado salir harto a terreno.

Son del área de la ingeniería, lo que evidentemente es un complemento a lo que nosotros hacemos y, por lo tanto, ha sido súper interesante, porque hemos aprendido muchísimo y a su vez nosotros también entregamos nuestra expertise hacia el área de la ingeniería. 

3. ¿Cómo se vería en la práctica esta tecnología?

En la práctica, la tecnología se aplica sobre un depósito de relaves donde hay arenas que se pueden dispersar y que pueden generar un impacto ambiental hacia donde se depositan por el viento. Se aplica un supresor de polvo químico, orgánico o inorgánico y a continuación se plantan especies vegetales que son aptas para ser desarrolladas en ese sitio. Y mientras las plantas se desarrollan, entonces se mantiene este sitio sin emisión de material particulado. Eso se vería, si uno lo piensa visualmente como una duna, por ejemplo, cubierta con plantas.

4. Desde su área de investigación, ¿cuál fue su aporte en esta tecnología?

Esta tecnología busca hacer uso de especies vegetales para controlar la emisión de material particulado, ya que a través de las raíces generan este efecto estabilizador. Entonces, toda la investigación biológica la llevamos nosotros en la Usach y toda la investigación desde el punto de vista de la dispersión de material particulado o la erosionabilidad del sitio, eso lo lleva el área de geotecnia de la PUCV.

 5. Con la patente registrada, ¿cuál es el paso a seguir?

Nosotros somos autores y autoras de la patente, pero esta le pertenece a la Universidad, de manera que entra al banco de patentes que la Universidad tiene y, entonces, la Universidad la puede licenciar a empresas que quisieran hacer uso de esta tecnología. Y para eso, la estrategia que la Universidad está utilizando es impulsar la generación de spin-off.

6. ¿Actualmente hay alguna negociación en curso en torno a esta tecnología?

En torno a esta tecnología, no, porque está recientemente concedida, pero sí otras patentes que ya están concedidas hoy día están siendo licenciadas con exclusividad a la empresa REMA, una spin-off de la Usach. La idea es que REMA sea el canal para poder hacer la comercialización y el licenciamiento de esta patente.

7. ¿Hay alguna empresa minera que participó en el desarrollo de la tecnología?

 En el proyecto trabajamos con una empresa de supresores de polvo y esa empresa aportó con su conocimiento para hacer las aplicaciones y también con los productos químicos de supresores de polvo. Y quienes participaron en esta propuesta fue SONAMI (Sociedad Nacional de Minería de Chile), quienes nos ayudaron mucho en la difusión, en la llegada con la tecnología a diferentes empresas mineras. Y la minera Nueva Pudahuel, La Africana, que no participó directamente en el desarrollo, pero sí nos cedieron los terrenos para hacer las pruebas.

 8. ¿Cuáles son los beneficios de aplicar esta tecnología en el sector minero e industrial, y cómo se traduce en números?

 Los beneficios están asociados a la mitigación de la emisión de material particulado y también la mejora ambiental y la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Entonces, es difícil de cuantificar a priori porque va a depender de cada faena. Pero este beneficio se puede cuantificar para la empresa en ahorro en multas, por ejemplo, por emisión de material particulado. También es en la obtención de la Licencia Social para Operar (LSO), que no tiene un precio, pero hoy día es importante para que las empresas mineras operen sin que tengan problemas con las comunidades que van a ser impactadas por el proceso industrial.

 La idea es que las especies vegetales, las plantas, absorban y capturen el dióxido de carbono. Entonces, utilizar ese tipo de tecnologías también es beneficioso para la imagen de la empresa.

9. En relación al patentamiento, tal vez muchos piensen que es un camino muy largo…

 Hoy en día es mucho más expedito el proceso, es más corto. También las universidades tienen una estructura que considera el patentamiento como algo relevante y, por lo tanto, hay apoyo. Hoy día las personas que analizan las patentes son mucho más especializadas, entonces, por todas partes nos hemos modernizado, desde la INAPI, desde las universidades.

 Yo creo que es importante pensar que no todo es patentable, que no siempre la patente es el mejor camino para proteger una tecnología. Hay otros caminos también. Pero nuevamente, esto pasa por la formación. Y yo sugeriría fuertemente que los cursos involucren este tipo de concepto en carreras científicas, cada vez fueran más, o que al menos se hablara de estos temas.

 10. ¿Qué consejo le da a académicas y académicos que están comenzando el camino de la innovación y emprendimiento BCT?

 Si están realmente convencidos y convencidas de que lo que se investiga es un aporte a la sociedad desde la ciencia, tenemos el deber de hacer un aporte sustantivo al desarrollo desde nuestras veredas y, por lo tanto, que sigan adelante.

 Hoy día el ecosistema para el emprendimiento, para la innovación, es extraordinariamente más amable que lo que era hace diez años. Las condiciones están dadas, tenemos mucho financiamiento, apoyo, hay muchas organizaciones que están brindando también asesorías, por lo tanto, hay un camino bien preparado.